Stoffel Vandoorne volvió a sufrir una nueva jornada de problemas con el McLaren-Honda, pero lejos de rendirse, el belga pide "darlo todo" para remontar la situación.
El MCL32 no ha tenido el arranque esperado por parte de McLaren-Honda. Se podría decir que ni siquiera ha arrancado, ha sido más un quebradero de cabeza constante que no ha dado más que disgustos en los test de Barcelona.
Sin embargo, uno de los pilotos de McLaren ha pedido calma. Vandoorne, el último en sufrir las inclemencias del motor Honda, declaró tras el séptimo día de entrenamientos que "serán capaces de terminar la carrera en Melbourne", a la vez que desveló sus conversaciones con Alonso sobre el monoplaza.
"Lo último que debemos hacer es frustrarnos y no hacer nada. Hablamos mucho porque es normal en el inicio de temporada, ambos sabemos que la situación no es la ideal. Cada vuelta es muy valiosa, no podemos sentarnos y no hacer nada", confesó Vandoone ante los medios.
Además, Stoffel expresó su deseo de que en Albert Park llegue un "nuevo paquete" para mejorar el MCL32. "No hay que caer en la frustración, en Melbourne esperamos, al menos, un nuevo paquete, obviamente lo vamos a necesitar", reveló.
Por último, quiso lanzar un mensaje de optimismo de cara al arranque de temporada: "Somos McLaren-Honda, uno de los equipos más grandes en la historia de la Fórmula 1, hemos dado la vuelta a otras situaciones antes. No será fácil, empujaremos fuerte desde McLaren y desde Honda".
McLaren, seis de los ocho días sufriendo averías
McLaren-Honda no ha tenido la mejor de las pretemporadas en Barcelona. Sólo ha podido rodar con relativa tranquilidad en dos días, el tercero y el cuarto, pero en el resto las averías se han sucedido una tras otra.
La temporada 2017 se presentaba esperanzadora para McLaren-Honda. Parecía que este año se podía dar esa esperada comunión entre británicos y japoneses que iba a catapultar a Fernando Alonso a las primeras posiciones de la parrilla.
Sin embargo, los test de pretemporada han colocado a la escudería en un lugar muy oscuro. Sólo en dos de los ocho días que ha habido de test en Barcelona, McLaren ha podido rodar con relativa tranquilidad.
Fue en el tercer y en el cuarto día, uno con el motor muy limitado de revoluciones y otro con lluvia, donde Vandoorne sorprendió a todos con su ritmo. El resto de días, ha sido un auténtico despropósito.
Los problemas del motor Honda
Fugas de aceite, desvanecimientos de potencia en el motor, apenas dos vueltas seguidas... El motor Honda ha sido un quebradero de cabeza para todos, tanto es así que Alonso dijo 'basta' y rajó contra los responsables de la unidad de potencia japonesa.
"Todos estamos preparados para ganar salvo Honda", comentó en una incendiaria rueda de prensa. Los dos últimos días han sido especialmente duros para Vandoorne y el asturiano, que han visto cómo su monoplaza se quedaba tirado en diversos puntos de la pista.
El primero en sufrir esta suerte fue el belga, que primero se paró nada más salir de los boxes y, más tarde, en la curva 10, lugar en el que también se quedó parado Fernando Alonso.
¿Acabarán el GP de Australia?
El asturiano sufrió esa avería también en la curva 4, apenas una vuelta después de salir de los boxes. En total, cuatro banderas rojas en dos días, un desastre de proporciones bíblicas para una escudería histórica como es McLaren.
Es normal que el objetivo en el coche naranja sea acabar el GP de Australia sin incidencias, vistos los precedentes. Lo cierto es que es más que dudoso que se cumpla esta meta, y eso es lo más preocupante de la situación de McLaren-Honda a día de hoy.